martes, 19 de julio de 2016

Lo que ni ellos ni ellas quieren en el sexo


¿Sabe qué le molesta a su pareja en el sexo? Cosas que a muchos disgustan, pero que pocos se  atreven a confesar. ¿Usted las comete? Entérese.

Ellos

1. Que nunca tomen la iniciativa.  Ellos coinciden en que una mujer que solo espere sus provocaciones, pero no se atreva a seducir y a juguetear y que espere siempre que sea el hombre quien de el primer paso, resulta aburrida. Chicas, la noticia es que  ellos también aman ser seducidos, adoran ser provocados. Si quisieran una mujer pasiva seguirían acudiendo a la muñeca inflable de su adolescencia y no a una de carne y hueso.

2. No dé órdenes.  Nada más molesto para un hombre que una dictadora en la cama, que siempre esté imponiendo sus gustos y necesidades: “¡No hagas eso!”, “Mejor así”. Les irrita que su pareja no se dedique a disfrutar y se niegue a experimentar. Si tras algunos encuentros hay cosas que no le agradan de él, háblenlo por fuera del terreno íntimo (no en el momento íntimo) y sugiérale lo que le encantaría que hicieran.

3. Con asco no.  El sexo significa placer para ambos integrantes de la pareja. Cuando un hombre percibe a la mujer algo no le agrada o que solo lo hace “por compromiso”, no lo disfruta tanto. Lo que más placer provoca en ellos es saber que su pareja está  pasándola muy bien. Detestan los orgasmos fingidos, las malas caras o la inexpresividad.
Consejo,   chicas, háblenles con sinceridad. Ellos lo prefieren así.


4. Que se averguencen de su cuerpo.  Los hombres no son como los pintan en series como ‘Nick Tuck’, no están pendientes de las imperfecciones del cuerpo femenino. Lo que no  ven con buenos ojos es la excesiva  inseguridad en la mujer que prefiere tener sexo con la luz apagada, o no estar arriba para evitar ser observada.  Si algunos no ocultan su vientre (no precisamente plano), ¿por qué usted tiene que ser perfecta?

5. Después del sexo, diatriba de reclamos o de sueños.  Si hay algo que colme  la paciencia de un hombre  es, después del sexo, tener que escuchar una retahíla de su esposa sobre las cuentas o arreglos pendientes que hay en la casa o  los conflictos escolares de los hijos. Y a aquellos que están solteros y tienen sexo ocasional, lo que menos les interesa es escuchar a una intensa haciéndose ilusiones sin fundamento.

6. Excusas baratas para evadir el sexo:  Es cierto que las excusas se hicieron para quedar bien, pero a la hora del sexo hay que hablar con la verdad. Excusas de cajón como ‘Tengo dolor de cabeza’ están mandadas a recoger y los hombres están hartos de escucharlas. Así como las mujeres les piden claridad a ellos en todo, los hombres les piden a las mujeres ser honestas y que nos los eviten con mentiras.

Ellas

1. Cuando ellos van directo al grano y se saltan los preliminares. No hay mayor atentado contra el placer que el lema “A lo que vinimos”. Si bien el sexo rápido tiene su encanto, no se debe convertir en un hábito; un encuentro sexual de forma rápida e inesperada resulta excitante, pero todo en exceso es malo. Recuerde que existen siete zonas erógenas de la mujer, que pueden ser exploradas antes de entrar en materia.

2. Que sean mudos.  La sexualidad de la mujer es tan completa y compleja que incluso las palabras son necesarias para excitarla. Evite las palabritas excesivamente tiernas (esas son para otras ocasiones o para después del sexo) y pruebe otras más candentes. Si no sabe qué decir,  narre lo que quiere hacerle. En caso de duda, ser sinceros sobre lo que uno y otro desean escuchar en la cama podría sorprenderlos a ambos.

3.  Que les halen el pelo.   Un poco de rudeza bien calculada no está mal y puede ser sexy,  pero,  ¡cuidado! No se trata de someter a la pareja con una maniobra dolorosa  ni de exponerla  a una calvicie prematura. Lo mismo aplica para los mordiscos, que deben ser sexys y no tan salvajes que le dejen una marca. El dolor, sobre todo en mujeres sensibles, es un gran asesino de la pasión. Pregúntele a ella sus límites y deseos.

4. Que les hagan un masaje excesivo en los pechos.   Suele pasar que a los hombres se les despierta ese complejo de Edipo  contenido desde su infancia y  de la manera más salvaje. Algunos, incluso, pueden llegar a hacer sentir a su pareja como si estuviera en una  mamografía. 

Y aunque para ellos resulte divertido moverlas como si se tratara de una masa,   para ellas no lo es tanto. Varíe con ritmo y cambio de intensidad.

5. Abusar de la postura del perrito,  una y otra vez. Sin duda es una de las posiciones sexuales que mayor excitación pueden aportar a ambos miembros de una pareja, pero  hay muchas más para explorar.  Es necesario contar con el consentimiento de su pareja y no agobiarla con quejas porque ella no logra acomodarse adecuadamente. Todo lo que se convierte en rutina puede llegar a  resultar  agobiante.

6. Eternizarse en la misma posición: nadie sabe por qué se difundió la falsa idea de que un buen amante es aquel  que dura y dura y dura y dura eternidades haciendo el amor. Todo es cuestión de balance y los extremos cansan. Ni tan corto que se convierta en eyaculación precoz ni tan eterno que le cause a ella sueño, aburrimiento, desespero, dolor, sequedad o fin de la excitación. Si dura mucho, procure cambiar de posición.

 

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