martes, 19 de julio de 2016

Lo que ni ellos ni ellas quieren en el sexo


¿Sabe qué le molesta a su pareja en el sexo? Cosas que a muchos disgustan, pero que pocos se  atreven a confesar. ¿Usted las comete? Entérese.

Ellos

1. Que nunca tomen la iniciativa.  Ellos coinciden en que una mujer que solo espere sus provocaciones, pero no se atreva a seducir y a juguetear y que espere siempre que sea el hombre quien de el primer paso, resulta aburrida. Chicas, la noticia es que  ellos también aman ser seducidos, adoran ser provocados. Si quisieran una mujer pasiva seguirían acudiendo a la muñeca inflable de su adolescencia y no a una de carne y hueso.

2. No dé órdenes.  Nada más molesto para un hombre que una dictadora en la cama, que siempre esté imponiendo sus gustos y necesidades: “¡No hagas eso!”, “Mejor así”. Les irrita que su pareja no se dedique a disfrutar y se niegue a experimentar. Si tras algunos encuentros hay cosas que no le agradan de él, háblenlo por fuera del terreno íntimo (no en el momento íntimo) y sugiérale lo que le encantaría que hicieran.

3. Con asco no.  El sexo significa placer para ambos integrantes de la pareja. Cuando un hombre percibe a la mujer algo no le agrada o que solo lo hace “por compromiso”, no lo disfruta tanto. Lo que más placer provoca en ellos es saber que su pareja está  pasándola muy bien. Detestan los orgasmos fingidos, las malas caras o la inexpresividad.
Consejo,   chicas, háblenles con sinceridad. Ellos lo prefieren así.

miércoles, 21 de enero de 2015

Un granjero...


Un granjero lleva su camioneta al pueblo y el mecánico dice que tiene que dejarla hasta el día siguiente, así que decide regresar caminando a su granja, que no queda lejos. 

En el camino pasa por la tienda y compra un balde y un bote de pintura. Allí, un colega le entrega dos gallinas y un ganso que le debía. Ahora nuestro granjero tiene un problema: cómo llevar todo a casa caminando. 

Mientras piensa cómo hacer, se le acerca caminando una señora madura y le pregunta cómo llegar a la granja de los González; el granjero le dice que va en esa misma dirección, y que si no tuviera que llevar esa carga la acompañaría. 

La señora dice: ¿Por qué no pones la lata de pintura en el balde? Lo llevas en una mano; te pones una gallina debajo de cada brazo y llevas el ganso en la otra mano. 

El granjero sorprendido agradece y comienza a acompañar a la señora. En un momento le dice: 
Conozco un atajo, que nos saca del camino principal, pero nos ahorramos un kilómetro. La dama responde: 

-Soy una viuda solitaria sin un hombre que me defienda. 

-¿Cómo sé que no me vas a llevar por el campo, me vas a poner contra un árbol y vas a abusar de mí? 

-¡Pero señora! Aun cuando quisiera, ¿cómo hago? Llevo un balde, una lata de pintura, dos gallinas y un ganso. ¿Cómo hago para apretarla contra una tranquera y abusar de usted? 

-Pones el ganso en el piso, lo cubres con el balde, colocas la pintura encima del balde y yo te detengo las gallinas...

domingo, 14 de septiembre de 2014

Elegir tiene su ciencia


UN HOMBRE tenía tres novias y no sabía a cuál de ellas elegir para casarse. Resolvió entonces hacer un test para ver cuál era la más apta para ser su esposa. 

Extrajo 90 mil pesos de su cuenta bancaria y le dio 30 mil a cada una de ellas y les dijo que lo gastaran como quisieran. 

La primera fue al shopping, compró ropa, joyas, fue al salón de belleza, etc. Volvió y le dijo al hombre: Gasté todo tu dinero para estar más bonita para ti, para gustarte más. Lo hice porque te amo. 

La segunda fue al mismo shopping y compró ropas para él, un ipod, una televisión de pantalla plana, tenis y palos de golf.

Volvió y le dijo: Gasté todo tu dinero en regalos para ti, y hacerte más feliz. Lo hice porque te amo. 

La tercera tomó el dinero y lo invirtió en la bolsa. En tres días triplicó lo invertido, regresó y le devolvió lo que el hombre le había dado y le dijo: Invertí tu dinero y gané el mío. Ahora puedo hacer lo que quiero con mi propio dinero, sin molestarte. Lo hice porque te amo. 

Entonces, el hombre pensó, pensó y pensó, y eligió a la más chichona…